En el zoológico de Irkutsk, las tortugas intentaron escapar, pero fueron traicionadas por un gato guardián
El zoológico parece un remanso tranquilo. De hecho, se trata de una maraña de pasiones, esperanzas rotas e intrigas solapadas. Recientemente, un caso ilustrativo ocurrió en la Galería del Zoológico de Irkutsk. Dos tortugas con espuelas, Shrek y Fiona, que habían estado tramando un plan de escape durante mucho tiempo, casi alcanzaron su objetivo, pero fueron víctimas de la astucia felina.
Los veteranos del zoológico, que nunca antes habían violado el orden público, decidieron acciones desesperadas. Habiendo roto el cristal con sus fuertes cabezas, se apresuraron (o más bien, se alejaron).
Buen intento, pero el sonido de los cristales rotos delató de inmediato a los fugitivos. Sin embargo, continuaron presionando. Para detener a las tortugas, fue necesario usar la fuerza bruta. Un empleado del zoológico se sentó a horcajadas sobre uno de los animales. Al ver una actitud tan inhumana, la segunda tortuga dejó de resistirse.
Pronto se instaló una barrera temporal en el aviario, y Shrek y Fiona regresaron a su celda. Las personas ingenuas, ¿realmente pensaron que la madera contrachapada evitaría que las tortugas recidivaran? Esta vez la huida fue más secreta. Es muy posible que los reptiles hubieran escapado a la libertad si no fuera por el ojo que todo lo ve del gato Bastón. Hizo el arresto en cuestión de segundos. Pero las tortugas consideraban al Pan un amigo…
Palabras clave: Zoológicos | Escape | Tortugas