El pingüino nada más de 8 mil kilómetros cada año para encontrarse con su salvador
Joao Pereira, albañil jubilado de 72 años, ahora pluriempleado como pescador, ha estado viniendo a la playa cerca de Río de Janeiro cada junio durante varios años, se sienta en la arena y entrecerra los ojos que han perdido su fuerza anterior. El anciano está esperando, mirando el agua agitada, cuando su pingüino Dean-Dim venga a él.
En 2011, Joao descubrió accidentalmente a un pingüino de Magallanes muriendo de hambre en la orilla, cubierto de petróleo y fuel oil. El anciano llevó al pingüino a su casa, salió y lo llamó Dean-Dim. Se necesitó una semana entera para limpiar las raras plumas de los residuos de aceite. Todos los días Joao alimentaba a los pingüinos para que ganaran fuerza. Y cuando Ding-Dim se recuperó, el anciano no tuvo más remedio que liberar al pájaro en la naturaleza y acostumbrarse a la idea de que nunca volvería a ver a su nuevo amigo.
Cuál fue la sorpresa del pescador cuando, unos meses después, Din-Dim regresó a la isla y, reconociendo a su salvador, se fue a casa con él. Ahora el pingüino pasa 8 meses al año con Joao, y el resto del tiempo, la temporada de cría, vive en las costas de Argentina y Chile. Y para ver al viejo Joao, el pingüino Ding-Dim nada 8046 kilómetros cada año.
Esta es una increíble historia de amistad entre un brasileño y un pingüino que salvó.
El pingüino Ding-Dim nada una gran distancia para estar cerca de su amigo. Este comportamiento muestra que al pájaro le gusta mucho pasar tiempo con Joao.
El propio Joao dijo que ama mucho al pingüino, lo trata como a su propio hijo y cree que el pájaro lo ama de la misma manera.
El anciano dice que Dean-Dim solo lo deja entrar. Otras personas también intentaron acercarse a él, pero en respuesta el pájaro los picoteó.
Al pingüino le gusta acostarse en el regazo de Joao, permite que el pescador lo lave y lo tome en sus brazos.
Cada año, el pingüino llega en junio y sale en febrero. El biólogo que entrevistó a Joao dijo que nunca había visto nada igual. Parece que el pingüino cree que el anciano es su familia, y tal vez el pingüino.
Cuando Ding-Dim ve a Joao, comienza a mover la cola como un perro y a hacer sonidos alegres.
La distancia que el pingüino nada cada año.
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