El mortal plato tailandés Koi Pla, que mata a miles de personas cada año
La cocina asiática es famosa por su diversidad y platos exóticos, que pueden parecer inusuales para quienes no están familiarizados con las tradiciones culinarias locales. También se conocen delicias que suponen un peligro mortal para la salud, como el pez globo japonés. Pero ¿y si te dijéramos que en Tailandia hay un plato que mata a más personas que el fugu, y que se hace de forma lenta y silenciosa? Estamos hablando de un plato tailandés llamado Koi Pla, que provoca la muerte de hasta 20 mil personas cada año.
Koi Pla es un plato popular que se prepara en el noreste de Tailandia, especialmente en las provincias de Khon Kaen e Isan. Su base es pescado de río crudo, finamente picado y mezclado con hierbas aromáticas, especias y jugo de limón. Para los lugareños esta es una comida tradicional, pero los turistas pueden encontrar el plato demasiado exótico y arriesgado. En las principales zonas turísticas de Tailandia casi nunca se sirve, pero en las zonas rurales sigue siendo una parte constante de la vida cotidiana.
La historia del Koi Pla tiene sus raíces en antiguas tradiciones culinarias, cuando los habitantes de estas regiones buscaban formas sencillas y rápidas de preparar el pescado. Desafortunadamente, en los viejos tiempos nadie sabía que, junto con el pescado, podía entrar en el cuerpo algo mucho más peligroso que las conocidas toxinas.
El koi pla se prepara a partir de pescado de río crudo, que se pica y se mezcla con hierbas aromáticas, especias y jugo de limón. Para los turistas, esta comida es exótica, pero en los pueblos se come este plato casi todos los días. No hay ingredientes tóxicos en esta receta de Koi Pla. El peligro de muerte acecha en el pescado crudo. Puede infectarse con gusanos planos llamados trematodos, que infectan el hígado humano.
Este manjar tailandés se está volviendo mortal debido a los gusanos planos que pueden vivir en el pescado crudo. Estos parásitos no son visibles a simple vista y pueden ingresar al cuerpo humano junto con el pescado sin procesar. Una vez en el hígado, los trematodos comienzan a multiplicarse y provocar procesos inflamatorios. Con el tiempo, esto conduce a cirrosis hepática e incluso cáncer.
Uno de los hechos más alarmantes es que la infección puede ocurrir después de una sola comida. Si los trematodos ingresan al cuerpo, el curso de la enfermedad permanece invisible hasta cierto punto. El cáncer de hígado se desarrolla gradualmente y, cuando aparecen los síntomas, suele ser demasiado tarde. Las provincias de Khon Kaen e Isan encabezan la triste lista de regiones con mayor incidencia de cáncer de hígado en Tailandia.
Los trematodos provocan procesos inflamatorios en los tejidos del hígado, que rápidamente se convierten en cirrosis y cáncer. A veces basta con comer un plato una vez para infectarse con un parásito y comenzar el camino hacia la tumba. Khon Kaen e Isan, el lugar de nacimiento del Koi Pla, lideran la incidencia de cáncer de hígado en Tailandia.
Los médicos y científicos no pueden ayudar a los enfermos y ni siquiera pueden reducir la incidencia. Una persona infectada con trematodos está condenada y los médicos sólo pueden retrasar su muerte y aliviar su sufrimiento. El Dr. Naronga Khuntikeo perdió a sus padres debido a este flagelo. Su familia vivía en un pueblo donde regularmente comían pescado crudo. Por ello, dedicó su vida a la lucha contra las infecciones parasitarias.
Khuntikeo y otros médicos han estado visitando aldeas en la región de Isan durante muchos años y examinando a sus residentes en busca de parásitos. Desafortunadamente, los resultados de su investigación son decepcionantes. Hasta el 80 por ciento de los residentes rurales están infectados con trematodos. Lo único que pueden hacer los médicos es realizar una labor educativa. Dan conferencias sobre los peligros del Koi Pla en los pueblos y especialmente en las escuelas.
El Dr. Naronga Khuntikeo afirma que su trabajo suele fracasar. Los campesinos no creen en gusanos peligrosos y se niegan categóricamente a hervir o freír pescado. Afirman que el tratamiento térmico destruye el sabor único de un plato tradicional y pierde su encanto.