El misterio del Mary Celeste: la historia del barco fantasma más famoso
La leyenda del Holandés Errante, un barco fantasma con marineros muertos a bordo, no surgió por casualidad. Desde el comienzo de la Era de los Grandes Descubrimientos hasta la actualidad, se han encontrado barcos con tripulaciones desaparecidas o muertas en diferentes partes del Océano Mundial. Las razones de su aparición a menudo siguen siendo un misterio. Esta es exactamente la historia que ocurrió con el bergantín Mary Celeste, descubierto a la deriva en el Océano Atlántico el 5 de diciembre de 1872, sin una sola persona a bordo.
El Mary Celeste fue descubierto aproximadamente a 640 km al este de las Azores. El barco se encontraba en buenas condiciones, con carga intacta en bodega, provisiones suficientes de agua y alimentos. Pero no había ni una sola persona a bordo. Este hecho hizo que los contemporáneos se preguntaran: ¿qué pasó con la tripulación?
Un mes antes, el 5 de noviembre de 1872, el bergantín Mary Celeste partió de Nueva York con un cargamento de 1.701 barriles de alcohol. El barco se dirigía al puerto italiano de Génova. A bordo se encontraban el capitán Benjamin Briggs, su esposa, su hija de dos años y siete miembros de la tripulación. El barco estaba en perfecto estado y su tripulación tenía experiencia. ¿Qué podría provocar que la gente abandonara repentinamente el barco?
Cuando el bergantín británico Deia Grazia descubrió al Mary Celeste a la deriva, su capitán David Morehouse y su tripulación abordaron. Una inspección del barco mostró que había agua de mar en la bodega y una de las bombas estaba desmantelada. Pero el estado general del barco no fue motivo de preocupación: pudo seguir navegando.
Las pertenencias personales de la tripulación, sus documentos e incluso importantes provisiones de alimentos y agua dulce permanecieron intactos. Parecía que la gente abandonaba el barco a toda prisa, como huyendo de una amenaza desconocida. Sin embargo, no se encontraron signos de violencia o daños. Parecía que alguna fuerza misteriosa obligó a la tripulación a abandonar repentinamente el bergantín, dejando todas sus pertenencias, y descender apresuradamente al barco.
El agua y una bomba defectuosa dieron lugar a la primera hipótesis sobre por qué la tripulación abandonó el velero. Durante la tormenta comenzó a acumularse agua en la bodega, que la tripulación extrajo con dos bombas. Entonces uno de ellos falló y el capitán decidió que no podían arreglárselas solos. Dio la orden de abandonar urgentemente el barco. Esta opción no convenció, ya que el Mary Celeste no estaba en peligro y la evacuación se pudo realizar sin prisas recogiendo cosas y anotando en el diario de navegación.
Otra versión estaba relacionada con la carga del barco. En la bodega se transportaba alcohol y nueve barriles estaban vacíos. Alguien sugirió que en el barco explotaron vapores de alcohol, lo que provocó el pánico entre los marineros. Pero esta versión fue inmediatamente descartada, ya que en el velero no se encontraron rastros de explosión ni consecuencias de un incendio.
Cuando los periodistas se enteraron de la existencia del barco fantasma, surgieron una tras otra las hipótesis. Se culpó a piratas, monstruos marinos y fuerzas de otro mundo por la misteriosa desaparición. Incluso acusaron a la tripulación del Dei Grazia, que presuntamente participó en un robo en el mar y atacó al Mary Celeste.
Pero los marineros tenían una coartada irrefutable. Su barco también salió del puerto de Nueva York y también se dirigía a Europa, pero estaba 8 días por detrás del Mary Celeste. Además, el Deia Gratia era un barco lento y demasiado decrépito para un ajetreado viaje de pesca, y su capitán, David Morehouse, tenía una excelente reputación. En el siglo XIX el enigma nunca fue resuelto. Nunca más se volvió a ver a una sola persona del barco fantasma.
Un siglo y medio después, los científicos volvieron al misterio de María Celeste. Investigadores del University College de Londres se basaron en la hipótesis de una explosión de vapor de butano liberado del alcohol. Realizaron una serie de experimentos que demostraron que con tal explosión no podría haber habido incendio ni destrucción. Pero bien pudo haber habido una explosión ensordecedora que provocó el pánico entre los marineros.
Es muy posible que tras la explosión el capitán ordenara a la tripulación y a su familia ocupar un lugar en el bote salvavidas. Quizás la gente se sentó en él, tomando precauciones, porque no sabían la gravedad del daño que sufrió el velero. Pero el azar intervino en su destino: una tormenta rompió las cuerdas del barco y la tripulación no pudo regresar al barco y murió en las olas.
Aunque esta explicación es completamente científica, el misterio de María Celeste no se da por resuelto. Científicos y entusiastas de diferentes países todavía estudian las circunstancias de este extraño caso y proponen diferentes versiones de lo sucedido.
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