El guardaespaldas de León Trotsky, Anton Blisnyak: el destino del "terminador rojo"
La historia conoce a muchas personas valientes que, sin dudarlo, se expusieron a peligros mortales y salieron victoriosos de cualquier alteración. Uno de ellos es Anton Blisnyak, que trabajó como guardaespaldas del revolucionario y líder del partido León Trotsky. Este hombre tuvo muchas heridas, pero siempre sobrevivió y estaba ansioso por volver a luchar.
Se desconoce la fecha y el lugar exactos de nacimiento de Anton Blisnyak. Nació a finales del siglo XIX, ya sea en la provincia de Grodno o en Kuban. Quiénes eran los padres de Anton y cómo transcurrió su infancia también sigue siendo un misterio. La biografía de Blisnyak comienza en 1914, cuando el chico se ofreció como voluntario para ir a la guerra.
Anton Blisnyak aprende sobre la revolución de 1917 en Persia. El hombre inmediatamente se convierte en partidario de los bolcheviques y se alista en el Ejército Rojo. Como simple luchador, lucha como parte del Primer Regimiento de Caballería y participa en una campaña contra Yekaterinodar. En las batallas con los Guardias Blancos, Blisnyak mostró un coraje asombroso, que rápidamente lo convirtió en una persona legendaria.
Un excelente ejemplo de la hazaña de un luchador puede considerarse la batalla cerca de Rostov, que tuvo lugar el 1 de julio de 1918. Ese día, el Ejército Rojo se retiró y Blisnyak permaneció en posición para cubrir la retirada. Él, solo con una ametralladora, luchó durante cinco horas contra fuerzas enemigas superiores. Cuando se acabaron los cartuchos de la ametralladora, el caza continuó disparando al enemigo desde el Mauser.
A pesar del coraje y la habilidad del guerrero, su posición fue capturada. Blisnyak fue cortado con espadas en el acto, infligiéndole varios golpes, cada uno de los cuales fue fatal en sí mismo. Pero Antonio sobrevivió. Permaneció tendido, fingiendo estar muerto, hasta que sus compañeros soldados recuperaron la trinchera. No podían creer lo que veían cuando vieron vivo al artillero herido. Después del tratamiento en el hospital, Blisnyak volvió a sus funciones.
En el invierno del mismo 1918, Blisnyak fue capturado por los "blancos". Sometieron al soldado del Ejército Rojo a tortura y quisieron dispararle, pero el herido Anton se arrojó al río y huyó. Unos días después él, como si nada, participó en el ataque. Hubo muchos casos de este tipo en la vida de Blisniak. Se sabe que durante la Guerra Civil recibió 26 heridas.
La imaginación de aquellos que han oído hablar mucho de las hazañas de Blisnyak dibuja un gruñido gallardo, de hombros anchos y bigote de Budyonnovsky. Pero un par de fotografías supervivientes del héroe destruyen esta imagen estereotipada. En las fotografías tomadas en 1919 en el hospital, nos mira un joven alto y delgado de entre 20 y 22 años con un ojo.
En una fotografía, Blisniak sostiene un cigarro en la mano. Esto es muy inusual, pero tiene una explicación. Los cigarros animaron a los luchadores más valientes León Trotsky. El “demonio de la revolución” se llevó varias cajas de estos productos de tabaco de uno de los almacenes capturados. Los llevó consigo en un tren blindado y los utilizó en lugar de órdenes y medallas.
Cuesta creer que este chico, casi un niño, fuera el guardaespaldas de León Trotsky, una de las primeras personas en la Rusia soviética. Pero este hecho está confirmado por documentos y numerosos testigos. Algunos historiadores sostienen que las funciones de Anton Blisnyak bajo Lev Davidovich fueron más extensas y también actuó como ordenanza.
Es cierto que esto es poco probable, ya que el puesto de ordenanza implica la entrega de despachos a diferentes unidades. Es imposible combinar la protección de una persona importante con las funciones de un mensajero. Pero de una forma u otra, Trotsky confiaba plenamente en este joven.
Tras el final de la Guerra Civil, se pierden las huellas de Anton Blisnyak. Los archivos contienen información sobre Anton Bliznyuk, un empleado de los órganos internos, que fue reprimido en 1936. Es muy posible que se trate del mismo "terminador rojo", ya que en su juventud a menudo se le registraba como Bliznyuk.
Los documentos dicen que Bliznyuk pasó tres años en los campos y fue liberado en 1939. Desafortunadamente, en este punto el hilo se rompe y se desconoce el destino futuro del heroico guerrero. Es muy posible que algún día se encuentre información sobre él en carpetas de archivo, que todavía están etiquetadas como "Secreto".