El Ferrocarril Imposible
El Ferrocarril del Este de San Diego-Arizona se extiende por 235,61 kilómetros entre paisajes desérticos y acantilados. Muchos ingenieros de principios del siglo XX consideraron utópico el proyecto para la construcción de esta vía: se encontraron demasiadas dificultades durante el trabajo de los constructores.
Hoy en día, la mayor parte de esta carretera está abandonada, lo que recuerda la grandeza anterior de la Gran Era de los Ferrocarriles. Parece que entre los rieles oxidados y los autos abandonados, los fantasmas del pasado deambulan por aquí, evocando recuerdos de las últimas décadas.
A principios de los siglos XIX y XX, durante la Gran Era de los Ferrocarriles, todas las ciudades de la costa occidental del continente norteamericano necesitaban una línea de transporte rápida y confiable desde el Este para crecer y prosperar. San Diego en ese momento era una pequeña ciudad portuaria, y los pioneros de los negocios de entonces decidieron que para que la ciudad creciera, necesitaban una conexión directa con El Centro en el este para transportar mercancías desde su vecino más grande del norte, Los Ángeles. Luego se presentó una propuesta para tender el ferrocarril San Diego-Arizona.
Pronto los constructores se enfrentaron a grandes dificultades de ingeniería.
Las condiciones de construcción eran duras, y las peligrosas cadenas montañosas, con enormes rocas, valles profundos, numerosas repisas y cañones, eran casi intransitables.
Las esperanzas de una construcción exitosa eran tan escasas que el proyecto fue apodado el "Ferrocarril Imposible".
La situación se vio agravada por el duro clima desértico y la temperatura, que en verano superó los 43 grados centígrados.
Un modelo a pequeña escala del caballete sobre Goat Canyon en el Museo del Ferrocarril de San Diego.
Palabras clave: Ferrocarril | Abandonado | Transporte