El fenómeno de la tribu de ojos azules de la isla Butung
No nos sorprenden en absoluto los europeos de ojos azules, aunque sean morenas ardientes. ¿Qué pasa con el Sudeste Asiático, o más específicamente con Indonesia? Imaginamos a los habitantes de esas regiones como personas de piel y cabello oscuros, con ojos ciertamente oscuros. Pero resulta que hay excepciones. Se trata de una tribu que vive en la isla de Butung (Buton), ubicada al sureste de la gran isla de Sulawesi. Los indígenas de este lugar sorprenden a todos con sus brillantes ojos azules.
Consideramos que este color de ojos entre los indonesios es un milagro. Pero los científicos lo explican todo de forma muy sencilla. Resulta que los representantes de la tribu recibieron ojos azules de la misma manera que los habitantes de Escandinavia o Rusia Central. En cualquier caso, los ojos azules son los culpables de un gen que los expertos llaman OCA2.
Érase una vez, todas las personas en la Tierra tenían ojos marrones. Pero entonces se produjo una mutación en el gen OCA2 y apareció un “interruptor” que podía “apagar” este color del iris.
Pero esto no sucede en todos los casos. El gen mutado codifica la llamada proteína P, que participa en la producción de melanina. Como sabes, este pigmento da color a nuestro cabello, ojos y piel.
El "interruptor" reduce significativamente el contenido de melanina, pero no lo elimina por completo. Por lo tanto, el color de los ojos se "diluye" al azul.
¿Qué pasaría si OCA2 desactivara completamente la melanina? Las consecuencias de esto son bien conocidas: así nacen los albinos. La ausencia total de melanina hace que sus ojos estén muy pálidos y, a veces, incluso rojos.
¿Una mutación genética impide que los isleños vivan? Los científicos, tras estudiar a los habitantes de Butung, descubrieron que los cambios genéticos hereditarios no benefician a todos. Algunos miembros de la tribu son sordos o tienen problemas de visión.
Al estudiar el fenómeno, también se descubrió un pequeño porcentaje de personas con ojos de diferentes colores y con trastornos de la pigmentación de la piel y el cabello. Este fenómeno recibió un nombre científico: síndrome de Waardenburg. Lamentablemente, fue reconocida como una enfermedad genética.