Dismorfia financiera: cómo los pensamientos sobre el dinero destruyen nuestras vidas

Millones, si no miles de millones, de personas en nuestro planeta están preocupadas por cuestiones financieras. Algunos están mal pagados, otros no pueden ahorrar para tiempos difíciles, mientras que otros quieren invertir, pero temen perder dinero. Todos estos son signos de dismorfia financiera, una condición desagradable que afecta cada año a más personas.

Dismorfia financiera: cómo los pensamientos sobre el dinero destruyen nuestras vidas

Inicialmente, el término dismorfia o dismorfofobia no tenía nada que ver con el dinero. En psicología, denota el estado de una persona que piensa constantemente en las deficiencias de su cuerpo. Al mismo tiempo, otras personas, en la mayoría de los casos, no notan estos defectos y todo el problema se desarrolla de principio a fin en la cabeza del paciente.

Dismorfia financiera: cómo los pensamientos sobre el dinero destruyen nuestras vidas

Posteriormente, esta palabra comenzó a usarse más ampliamente, añadiéndole prefijos explicativos. La dismorfia financiera es una condición en la que una persona no está satisfecha con su situación financiera. De hecho, le va mucho mejor que a otros y no tiene problemas como tales. La dismorfia financiera tiene muchos síntomas, pero se pueden considerar tres principales:

Los psicólogos confían en que tal obsesión por el dinero afecta gravemente el estado psicológico y afecta la calidad de vida.

Dismorfia financiera: cómo los pensamientos sobre el dinero destruyen nuestras vidas

Los científicos no han estudiado completamente la dismorfia financiera y no pueden nombrar las razones exactas de su aparición. Pero tienden a creer que la afección es causada por una combinación de numerosos factores sociales y psicológicos. Hay varios aspectos que probablemente provoquen tal actitud hacia el dinero.

Una de las primeras causas es el trauma infantil. Las personas que han experimentado momentos desagradables relacionados con el dinero a una edad temprana son propensas a esta forma de dismorfia. En la mayoría de los casos, se trata de una situación financiera difícil en la familia, que ha provocado una disminución en el nivel de vida. Una vez madurada, esa persona comienza a ganar dinero por sí misma. Pero los trata, ante todo, como un medio de seguridad. Siempre está preocupado, incluso si ya tiene una cantidad importante en su cuenta.

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Las expectativas de la sociedad son otra razón. Hoy en día, muchos están seguros de que sólo se puede alcanzar una posición normal en la sociedad siendo rico. El estereotipo de que una persona pobre no puede tener éxito gobierna el mundo. Por lo tanto, la mayoría de nosotros estamos bajo una severa presión social. Una persona trabaja cada vez más para lograr ciertos objetivos. Pero siempre hay personas que son más ricas y, por tanto, según los estándares modernos, más exitosas. La dismorfia surge de la incapacidad de disfrutar de lo que ya está ahí.

El miedo a lo desconocido también influye en la aparición de la dismorfia financiera. El mundo que nos rodea es impredecible e incluso una persona rica no está inmune a los golpes del destino. Lo desconocido y la incertidumbre provocan depresión. El camino de la acumulación ayuda a superar este miedo. Mucha gente cree que cuanto mayor sea el “colchón financiero” ahorrado para un “día difícil”, más fácil será sobrevivir a las crisis. A menudo esta idea se vuelve maníaca.

Dismorfia financiera: cómo los pensamientos sobre el dinero destruyen nuestras vidas

Los psicólogos creen que la dismorfia financiera es un problema grave que debe ser tratado por un especialista. Los psicólogos tratan este trastorno inculcando en la persona que necesita disfrutar de la vida y dejar de mirar al futuro con ansiedad. Parece simple, pero en realidad esta terapia puede llevar mucho tiempo.

     

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