El artista surcoreano Jeon Woo-Jae pinta pinturas al óleo de un perro inimaginablemente grande y una adolescente, demostrando las complejidades de la adolescencia y la comodidad que puede brindar una mascota.
Representa el viaje a través de la vida de dos amigos, juntos. Se salvan mutuamente de la soledad: viajan juntos en el autobús, juegan en la nieve o miran los peces en el acuario.
“La soledad se ha convertido en algo común en la sociedad actual, y mi trabajo me recuerda la importancia de las relaciones. La gente cuida a los perros y los perros responden de la misma manera, dando cariño y consuelo”, dice el artista. El tamaño del perro se explica por el hecho de que Jung quería transmitir su significado de esta manera.