Europa. Italia. Las afueras de Roma. Conduciendo por un camino rural, el fotógrafo documental Paolo Patrizi notó que las mujeres con poca ropa son un elemento integral del paisaje local. Decidió tomar una foto y contar lo que vio: un campamento improvisado donde trabajan mujeres de Nigeria que vinieron a Italia a trabajar. Vea el reportaje fotográfico, que fue galardonado con el prestigioso premio World Press Photo.
El fotógrafo cree que es necesario hablar de esas personas, de aquellos que se encuentran en las afueras de la sociedad.
Según diversas estimaciones, de 10 a 20 mil prostitutas nigerianas trabajan actualmente en Italia. La industria nació en la década de 1980: inmigrantes ilegales de Nigeria llegaron a trabajar en los campos de tomate italianos.
Cuando cerraron las granjas y no les quedaba trabajo, comenzaron a ganar dinero por medios criminales, suministrando drogas y prostitutas al país. Los costos de mudarse a Italia para futuras prostitutas alcanzan hasta 60 mil euros. Las prostitutas nigerianas reciben muy poco, a veces 10 euros por cliente.
La inquietante atmósfera improvisada en los campamentos de "sexo" deja una clara sensación de que las crisis económicas y sociales empeoran el estado de la vida cotidiana de un gran círculo de personas en muchas partes del mundo, y que las élites globales en estas crisis no pueden proporcionar al menos algunas soluciones en el futuro cercano.