Cómo se veían realmente las esculturas griegas antiguas
Nada en nuestro mundo es eterno. Lo mismo se aplica a obras de arte únicas y obras maestras arquitectónicas, que pierden su apariencia y belleza originales a lo largo de los siglos. Todos sabemos desde la infancia cómo se ven las estatuas griegas y romanas, estamos acostumbrados a ver su descolorido color de piedra. Sin embargo, un estudio reciente de Vincenz Brinkman y otros arqueólogos demostró que inicialmente se veían diferentes.
Con la ayuda de la radiación infrarroja y ultravioleta, los expertos pudieron detectar rastros de pintura en esculturas antiguas y recrear la apariencia original de estatuas antiguas. El estudio demostró que esculturas sin vida y monótonas alguna vez brillaron con colores brillantes que se han borrado después de muchos siglos.
Vinzenz Brinkman creó copias de algunas obras de arte antiguo y las pintó con los colores que una vez cubrieron los originales. Hoy en día, estas estatuas son exhibiciones de una exposición que viaja a museos de todo el mundo.
La cabeza de un guerrero del templo de Aphaia.
El emperador Romano Calígula.
La corteza en el peplos del Museo de la Acrópolis de Atenas.
Torso de la Acrópolis.
El arquero troyano del Templo de Aphaia.
Estatua del león de Loutraki.
Estatua de Octavio Augusto, emperador romano y sobrino nieto de Cayo Julio César.
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