Cómo las damas del siglo XIX se fueron al baño en sus crinolinas, cuenta y muestra el historiador
Las primeras crinolinas aparecieron en Inglaterra en la década de 1820 y reinaron en la moda femenina hasta finales de la década de 1850. Aunque la palabra "crinolina" originalmente se refería a un tejido de crin de caballo muy denso, en la época victoriana se llamaba vestidos voluminosos con una falda sobre un marco rígido. Para moverse, y más aún para bailar con tal atuendo, se necesitaban habilidades especiales. ¿Alguna vez te has preguntado cómo iban al baño las damas de esa época? Este secreto fue revelado por la historiadora de moda y blogger Izabella Pitcher.
Debe tenerse en cuenta que la fontanería del siglo XIX no era demasiado diferente en diseño de la moderna. Por lo tanto, parece que para la descarga exitosa de las necesidades naturales, sería lógico deshacerse de al menos una falda abovedada. Pero, para vestir a la dama, las criadas tuvieron que poner mucho trabajo y esfuerzo. No había cuestión de quitarse parte del vestido y luego volver a ponérselo.
Pero resultó que no había que quitar nada. Isabella Pitcher, una reconocida experta en higos, crinolinas y corsés, contó y mostró en un video en su canal de YouTube Priorattire cómo sucedió todo.
Resulta que la crinolina no es una construcción rígida. La falda con el marco era bastante móvil y podía doblarse en cualquier dirección e incluso doblarse como un acordeón. Una mujer en ese momento podía levantar fácilmente sus faldas tan alto como quisiera. A pesar de esto, ir al baño todavía requería algo de habilidad.
El secreto principal de las damas de la época victoriana estaba en el llamado aterrizaje frontal. Es decir, las mujeres se sentaban en el inodoro frente al desagüe, o, en términos modernos, a la cisterna. En este caso, todo sucede aún más fácil. Isabella Pitcher argumenta que esta técnica no debe copiarse en el archivo. Es perfecto para novias modernas con magníficos vestidos de novia.
El historiador también aclaró que las mujeres anteriores no necesitaban quitarse la ropa interior. Sus pantalones estaban cortados entre las piernas, lo que facilitaba enormemente la visita al "baño de damas". Lo que nos parece complicado y misterioso hoy en día se resolvió con automatismo hace dos siglos. Por cierto, las damas de esa época tenían muchos otros secretos, no siempre agradables.