Cómo funcionó el primer sismógrafo del mundo, el de Zhang Heng, cuyo secreto nunca ha sido revelado

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Se sabe que una civilización única se ha estado desarrollando en el territorio de China durante más de un milenio. Los chinos dieron al mundo papel, pólvora, fuegos artificiales y muchos otros inventos que la gente ha estado utilizando durante siglos. Hay otros avances chinos sorprendentes que, lamentablemente, se han perdido. Uno de esos avances es el increíble dispositivo de Zhang Heng, que podría determinar en qué parte del vasto Imperio Celestial ocurrió un terremoto.

Cómo funcionó el primer sismógrafo del mundo, el de Zhang Heng, cuyo secreto nunca ha sido revelado

En el año 132 d.C., se produjo un devastador terremoto en una de las provincias de China. La gente necesitaba ayuda con urgencia y se envió un mensajero a Beijing. Cabalgó durante varios días, condujo varios caballos y llegó a la corte imperial incluso antes de lo previsto. Pero el emperador ya sabía del desastre desde hacía varios días. ¿Cómo fue esto posible en una época en la que no existía la comunicación por radio? Es simple: el sismógrafo de Zhang Heng notificó al emperador sobre el desastre natural.

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Muchas regiones de China están ubicadas en zonas sísmicamente activas. Las crónicas históricas hablan de terremotos que arrasaron ciudades enteras. Para el Imperio Han, tales desastres representaban una amenaza adicional: los enemigos externos a menudo utilizaban los desastres para atacar. Las incursiones en ciudades dañadas eran comunes y esto preocupaba a los emperadores.

Después del terremoto, fue necesario enviar inmediatamente asistencia, material y militar. Para no depender de los mensajeros, que eran relativamente lentos y podían morir en el camino, se creó para el emperador un sismógrafo único en su tipo. Este dispositivo determinó con precisión en qué parte del imperio ocurrió el terremoto.

El sismógrafo fue inventado por el científico chino Zhang Heng. Nació en el año 78 d.C. en la familia de un funcionario provincial pobre. Desde pequeño, el niño se inclinó por el conocimiento y dedicó todo su tiempo al estudio. Los esfuerzos no fueron en vano y, a la edad de 37 años, Zhang Heng había hecho una brillante carrera, convirtiéndose en historiógrafo y astrólogo de la corte.

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El científico dejó una huella notable en la historia de la ciencia en China. Zhang Heng mejoró los mapas geográficos del imperio e hizo importantes contribuciones al desarrollo de las matemáticas y la astronomía. Fue el primero en afirmar que la luz de la luna es el reflejo de la luz del sol. Sin embargo, su invento más importante fue el sismógrafo.

La idea del dispositivo surgió tras un terremoto que causó graves daños a la capital, incluido el palacio imperial. Zhang Heng trabajó en el sismógrafo durante varios años y en 132 el dispositivo demostró su eficacia. Nadie creía que el dispositivo, que parecía más una obra de arte que un instrumento preciso, fuera capaz de “ver” un terremoto a cientos de kilómetros de distancia. Pero el sismógrafo realmente funcionó.

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El sismógrafo de Zhang Heng era una impresionante vasija de cobre, decorada en su exterior con ocho dragones orientados en los puntos cardinales. Cada dragón tenía una bola de cobre en la boca. En la base del dispositivo había ocho sapos con la boca bien abierta, uno por cada dragón.

Cuando el sismógrafo detectó temblores en un lado, el dragón responsable de esa dirección dejó caer una bola de su boca. La bola cayó en la boca del sapo, produciendo un zumbido que se escuchó en todo el palacio. Se desconoce el mecanismo exacto del dispositivo y las descripciones que se conservan a menudo se contradicen entre sí. Los científicos sugieren que en su interior había un péndulo sensible, rodeado por ocho palancas conectadas a dragones.

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Los terremotos provocan vibraciones en el suelo que pueden sentirse a cientos e incluso miles de kilómetros de distancia. Puede que la gente no los note, pero los dispositivos detectan el más mínimo movimiento. El péndulo del sismógrafo de Zhang Heng se desvió de la vertical y tocó una de las palancas. Esto activó un mecanismo de resorte que empujó la bola fuera de la boca del dragón.

El emperador apreció la invención del científico de la corte. A partir de ese momento, el sismógrafo estuvo siempre en el palacio e indicó periódicamente la dirección donde ocurrió la desgracia. Pero ni este gran invento ni muchos descubrimientos más pequeños salvaron a Zhang Heng de sus malvados. Cuatro años después de la creación del sismógrafo, debido a intrigas judiciales, cayó en desgracia y fue enviado a gobernar una remota provincia. Allí pasó el resto de su vida, entre libros, mapas e ingeniosos instrumentos.

El emperador apreció mucho la invención del científico de la corte. A partir de ese momento, el sismógrafo estuvo siempre en el palacio, indicando con precisión la dirección donde se produjo el terremoto. Sin embargo, ni este gran invento ni muchos otros descubrimientos salvaron a Zhang Heng de sus malvados. Cuatro años después de crear el sismógrafo, cayó en desgracia debido a intrigas judiciales y fue enviado a gobernar una provincia remota. Allí pasó el resto de su vida entre libros, mapas e ingeniosos instrumentos.

Desafortunadamente, el sismógrafo de Zhang Heng no ha sobrevivido hasta el día de hoy. Numerosos instrumentos presentados en museos y colecciones son réplicas modernas creadas según descripciones de tratados antiguos. Por supuesto, no funcionan, ya que se perdieron los dibujos del mecanismo sensible.

Cómo funcionó el primer sismógrafo del mundo, el de Zhang Heng, cuyo secreto nunca ha sido revelado

Los entusiastas han intentado muchas veces recrear el dispositivo utilizando tecnología moderna. Pero ninguno de estos sismógrafos mecánicos pudo detectar ni siquiera los temblores más cercanos. En el mejor de los casos, las bolas caían caóticamente, sin siquiera indicar una dirección aproximada. Así que lo más probable es que el secreto del antiguo sismógrafo chino se haya perdido para siempre.

     

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