En el Reino Unido a mediados del siglo pasado, o para ser más precisos, en los años 50-60, se formó una interesante subcultura, cuyos representantes se llamaron Teddy-Guys. Se vestían espléndidamente y escuchaban jazz y skiffle, aunque luego se convirtieron en la iglesia de Elvis Presley y Bill Haley. A pesar de su apariencia elegante, a menudo organizaban grandes enfrentamientos en las calles. Así que eran una mezcla explosiva de hipsters y punks. Por cierto, las representantes femeninas de los chicos de Teddy se llamaban Judy.