Chicas casables: cómo viven las novias menores de edad en Georgia
Nadie sabe exactamente cuántas niñas menores de edad se casan en Georgia. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, al menos el 17% de las niñas de Georgia se casan antes de los 18 años, la edad legal para contraer matrimonio. Pero los datos son difíciles de contabilizar, ya que las familias a menudo eluden la ley al no registrar un matrimonio oficialmente durante varios años. Celebran bodas en iglesias locales o mezquitas y consideran que la pareja está casada en un sentido cultural y religioso.
El fotoperiodista Daro Sulakauri creció en Georgia y recuerda que uno de sus compañeros de clase se casó cuando ambos tenían 12 años.
Estos sentimientos volvieron a Daro cuando comenzó a estudiar los problemas de la mujer en Georgia, recibiendo una subvención de la Human Rights House Network. Recordando a su compañera de clase, comenzó a preguntar a la gente sobre los matrimonios adolescentes. Poco después, el fotógrafo recibió una invitación a una boda en un pequeño pueblo. Al final de la celebración, la joven novia comenzó a llorar.
UNICEF considera que el matrimonio infantil es una violación fundamental de los derechos humanos. Georgia tiene una de las tasas más altas de matrimonio infantil en Europa. Esta es una tradición que tiene muchos siglos de antigüedad, y no está asociada con una religión en particular. Las razones para el matrimonio difieren según el lugar y el grupo social, pero hay características comunes. Los novios son casi siempre mayores, ya se han graduado de la escuela secundaria y han alcanzado la edad legal para contraer matrimonio.
Por lo general, la madre del novio comienza el proceso de emparejamiento, pero Sulakauri ha encontrado parejas que se conocieron a través de amigos, en la escuela o en línea. Las niñas no son necesariamente obligadas a contraer matrimonio, pero la presión de la tradición es muy fuerte.
Las personas en las fotos de Sulakauri son azerbaiyanos georgianos, una minoría étnica y religiosa. Una de las novias que el fotógrafo conoció fue Leila, que tenía 12 años cuando se casó y comenzó a vivir en la familia de su marido. Su historia sorprendió especialmente a Sulakauri. El fotógrafo recuerda que en las primeras conversaciones Leila fue muy franca.
Un año después, Sulakauri contactó de nuevo con Leila, y todo cambió.
En la vida de estas niñas dejará una huella no solo la escuela inacabada. Literalmente no hay educación sexual en Georgia, y Sulakauri dice que algunas chicas no entienden lo que implica el matrimonio hasta el día de la boda.
Un estudio de 2010 sobre la salud reproductiva de la población reveló que el 76,6% de las niñas casadas de 15 a 19 años no utilizan ninguno de los métodos anticonceptivos modernos. No es sorprendente que muchas novias jóvenes queden embarazadas poco después de la boda, lo que conduce a varias complicaciones y deterioro de la salud de sus organismos aún en desarrollo.
Cuando Sulakauri conoce a estas chicas, ella recuerda constantemente su infancia.
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