"Cariño, hoy no, tengo dolor de cabeza": a un robot sexual se le ha enseñado a rechazar a un hombre

Categorias: Tecnología |

Las relaciones de las personas con robots sexuales ya no son una fantasía, sino una realidad. Y si antes las "mujeres mecánicas" eran solo juguetes sin problemas, lo que provocó protestas de los defensores de los derechos de las mujeres, ahora el robot puede negarse a tener relaciones sexuales e incluso apagarse si no le gusta algo. ¿Qué le pasa a una esposa? Solo que no necesitas alimentarte y no pedirás un abrigo de piel.

"Cariño, hoy no, tengo dolor de cabeza": a un robot sexual se le ha enseñado a rechazar a un hombre
Fuente: Daily Mail

"Cariño, hoy no, tengo dolor de cabeza": a un robot sexual se le ha enseñado a rechazar a un hombre

No está lejos la hora en que un hombre, sentado en el sofá de su casa, se acurruque con su amiga cibernética, bueno, y ella dirá: "Hoy no, querida, tengo dolor de cabeza."Anteriormente, los robots sexuales no diferían en este comportamiento: decir que no a su amo no estaba en sus reglas.

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Pero en una exposición científica en el Reino Unido, al público se le presentó un robot sexual Samantha, una niña con un personaje. La inteligencia artificial de un robot sexual está programada para que pueda apegarse a su dueño, pero es bastante díscola. Si Samantha está de mal humor, puede rechazar a su hombre. Además, tiene sensores en todo el cuerpo y, si, por ejemplo, la agarran con demasiada fuerza o la acosan con demasiada persistencia, puede apagarse por completo y convertirse en una pieza de plástico inútil.

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Samantha tiene varios modos: modo familiar, romántico y sexual. Y si el dueño de repente se olvida de activar el modo sexual y le dice a la novia de silicona que la ama, ella puede responder: "Pruébalo."

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La aparición de robots sexuales con apariencia ultrarrealista en el mercado enfureció a los activistas que sentían que la confiabilidad de las muñecas humilla a las mujeres reales y puede provocar a los hombres a una violación real. Esto llevó al español Sergi Santos y su esposa Maritza Kissamitaki a agregar una función de rechazo a Samantha.

Los activistas todavía no estaban satisfechos con la nueva función de Samantha. La profesora Kathleen Richardson, fundadora de la campaña contra los robots sexuales, dijo durante la presentación que tales muñecas solo ayudan a la propagación de la pornografía y la prostitución. Además, según ella, es "un desperdicio de dinero sin sentido que podría haberse gastado en algo realmente necesario."

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Los expertos sugieren que dentro de un año cientos de personas en todo el Reino Unido se convertirán en propietarios de muñecas sexuales de alta tecnología. Y no solo serán personas que tengan algún tipo de fetiche. En abril de 2018, en una conferencia científica, Kate Devlin de la Universidad de Londres dijo que las parejas también pueden convertirse en compradores de robots sexuales.

Un robot sexual no es una muñeca de goma ordinaria que solo puede satisfacer los deseos sexuales de su dueño, sino un interlocutor de pleno derecho. Ya en el futuro podemos presenciar relaciones plenas entre personas y robots sexuales e incluso matrimonios reales.

Palabras clave: Inteligencia artificial | Muñeca | Juguete sexual

     

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