Blancura mortal: Increíbles retratos de albinos de Tanzania
Si naciste albino en África oriental, entonces comienzas la vida de inmediato con una etiqueta de precio en la frente: muchos lugareños creen que matar a esas personas trae buena suerte, y partes de sus cuerpos se pueden vender de manera rentable a los chamanes.
La fotógrafa holandesa Marinka Masséus visitó Tanzania e hizo una serie de retratos conmovedores de niños albinos, tratando de llamar la atención del mundo sobre sus problemas.
Nadie sabe por qué, pero África oriental en general y Tanzania en particular son lugares donde nacen especialmente muchos albinos. Su participación en este territorio es 15 veces superior a la media mundial.
De todos modos, los negros albinos son la parte más vulnerable de la comunidad local aquí. Se organiza una cacería para ellos, se cortan en trozos y se comen como medicina.
Durante al menos quinientos años, los lugareños han compartido una terrible superstición de que la carne albina puede curar todo tipo de enfermedades.
La emoción de los cazadores puede explicarse fácilmente por los números: el cuerpo de un albino, si se vende a chamanes y hechiceros en partes: lengua, ojos, extremidades, etc., cuesta entre 50 y 100 mil dólares. Y estos son los ingresos promedio de un residente de Tanzania durante 25-50 años.
La demanda de "transparencia", como se les llama aquí, ha aumentado especialmente con la propagación del SIDA en África. Existía la creencia de que se puede curar esta enfermedad comiendo genitales albinos secos.
Anteriormente, la caza de albinos casi no se castigaba: gracias a la responsabilidad mutua de los niños locales asesinados con fines de brujería, por lo general se los declaraba desaparecidos.
el 98% de los albinos de Tanzania no viven hasta los 40 años. Pero no son solo sus asesinatos los culpables. Su piel y sus ojos son especialmente susceptibles a la radiación ultravioleta y, por lo tanto, a los 16-18 años, los albinos pierden la vista en un 60-80%, y a los 30 años tienen un 60% de probabilidades de contraer cáncer de piel.
No es difícil salvar su salud, necesitan usar protector solar y gafas de sol constantemente. Pero en la empobrecida Tanzania, la gente no tiene el dinero para todo esto.
Los albinos tanzanos tienen una esperanza de salvación: la atención de Occidente. Gracias a la financiación del extranjero, se están construyendo internados especiales para niños tan inusuales, donde se esconden detrás de altos muros del sol ardiente y de compatriotas codiciosos.