El fotógrafo y animador francés Nicolas Monterrat, que tiene un buen sentido del humor, trabaja en un género inusual: "revive" fotos antiguas agregándoles elementos móviles. Como resultado, las imágenes de periódicos antiguos, libros de texto o catálogos publicitarios se convierten en obras de arte divertidas o aterradoras, porque el sentido del humor del maestro francés es muy surrealista.