El poder de la barba: 10 hombres que transformaron por completo su apariencia

En el antiguo Egipto, la barba era un símbolo de alto estatus, mientras que en Grecia se consideraba una marca de sabiduría y fuerza. Los caballeros de la Edad Media llevaban barba como una insignia de honor.

Hoy en día, aunque las barbas no tengan el mismo peso social, siguen siendo una forma segura de hacer que un hombre luzca genial sin esfuerzo.

A continuación, hemos reunido algunas sorprendentes fotos de antes y después de hombres que descubrieron el poder de una gran barba facial. ¡Desplázate para ver sus transformaciones y vota las que más te impresionan!

10 FOTOS

#1 Creo que mantendré la barba por el resto de mi vida

Es sorprendente cómo la gente puede llegar a tener opiniones diferentes sobre el cabello, ya sea sobre cómo debe cuidarse o sobre si debería existir en ciertas partes. El vello facial no es una excepción: a algunos les encanta, a otros no les molesta y otros prefieren que desaparezca. La obsesión por el vello facial a veces puede alcanzar cotas extraordinarias. ¿Recuerdas la locura de los bigotes en 2012? La gente estaba tan obsesionada con eso que incluso se hicieron tatuajes de bigotes en los dedos. Para aquellos a quienes les gustan las barbas, incluso existe un sitio de citas llamado Bristlr.

#2 Mi primera barba de verdad. ¿Alguna opinión?

La fascinación por el vello facial no es nueva, pero ¿por qué los hombres pueden dejarse crecer la barba mientras que las mujeres, por lo general, no? Todo se reduce a las hormonas. Los folículos pilosos faciales de los hombres están influenciados por la dihidrotestosterona (DHT), un potente derivado de la testosterona. Aunque la DHT tiene fama de ser menos prominente que la testosterona, desempeña un papel crucial en la estimulación del crecimiento de la barba.

Las mujeres tienen la misma cantidad de folículos pilosos en la cara, pero son menos sensibles a la DHT y también tienen niveles más bajos de testosterona. Es por eso que la barba es un rasgo predominantemente masculino.

#3 6 meses de progreso. Ni siquiera puedo convencerme de que se trata de la misma persona

#4 Tanto arrepentimiento

Han pasado nueve años desde la última vez que vi mi rostro bien afeitado. No volveré a afeitarme, lo juro.

El papel biológico de la barba sigue siendo un misterio para los científicos. A diferencia de las cejas, que evitan que el sudor entre en los ojos, y las pestañas, que protegen contra el polvo y la suciedad, la barba no tiene una función práctica clara en la vida cotidiana. Aun así, los investigadores han propuesto algunas teorías intrigantes para explicar por qué los hombres la dejan crecer.

# 5 Siempre que estoy tentado a afeitarme, miro la primera foto

#6 Antes y después ¿Es mejor sin barba o con barba?

#7 20 vs. 30 años. Perdí mucho peso y me hice muchos tatuajes. Me dejé crecer la barba y la melena

El Dr. David Carrier, biomecánico comparativo y profesor de biología en la Universidad de Utah, sugiere que las barbas podrían haber evolucionado como una forma de proteger los huesos vulnerables de los hombres durante los enfrentamientos físicos.

“Si el deseo es matar a otro individuo, solemos aparecer con armas”, razonó. “Si el deseo es simplemente controlar o manipular a otro individuo, entonces se producirá una lucha cuerpo a cuerpo; en esa situación de combate físico, los humanos solemos utilizar los puños, y el objetivo principal cuando golpeamos es la cara”.

Un puñetazo en la cara tiene más probabilidades de dañar la mandíbula; los estudios epidemiológicos muestran que la mandíbula inferior es el hueso que se rompe con más frecuencia en esos impactos. “Pensamos que puede que no sea una coincidencia que sea principalmente la mandíbula la que está cubierta por la barba”, dijo el Dr. Carrier.

#8 Después de 4 años, nunca más me afeitaré. Además, tampoco extraño el antiguo corte de pelo

#9 3 años desde la última vez que me afeité y me corté el pelo

#10 2,5 meses después. Voy a dejarme crecer la barba al menos durante 6 meses

En el estudio realizado por el Dr. Carrier y su equipo, se propusieron averiguar si el vello facial podría proteger contra los daños por golpes. Un estudiante universitario construyó modelos con piel afeitada o sin afeitar sobre un compuesto de fibra. Utilizando un comprobador de impacto de peso caído, midieron cuánta fuerza se absorbía cuando se dejaban caer pesos sobre los modelos.

"Los resultados me sorprendieron", dijo el Dr. Carrier. "Las fuerzas eran un 16 por ciento mayores cuando no había pelo, y se absorbía aproximadamente un 40 por ciento más de energía cuando había pelo".